Es apto para proyectos a medida por su gran versatilidad y poder. Tiene hasta 14 salidas de ozono para llegar a más habitaciones con el mismo generador (siempre que sea una instalación hecha por un profesional).

Al poder programar y medir las cantidades de ozono, es apto desde cámaras frigoríficas hasta oficinas, edificios con salas múltiples. Tanto para emplear en el agua (limpieza y desinfección con cero químicos), como en el aire.

Con una instalación, el cliente se olvida de su existencia, se deja programado y actúa cuando no haya presencia humana (se suele programar para que salte en la madrugada durante 30 minutos).

Se planifica con un generador de oxígeno como alimentación, y la salida de ozono generado es más puro, dando resultados óptimos en menos tiempo, es especialmente recomendable en espacios con contenido delicado.

Si comparamos opciones, un cañón es una opción más sencilla de implementar, es óptimo en una zona diáfana (en tal caso implica menos costes), pero cuando empezamos a precisar más zonas, requiere o bien que una persona lo manipule (no lo recomendamos como primera opción), más cañones, o que haya una instalación fija con un generador de ozono profesional.