Es necesario evaluar con profundidad el gas ozono para reducir los malentendidos e incluso promocionar el uso del ozono para combatir el brote del coronavirus.
La troposfera es la capa más baja de nuestra atmósfera, la cual comienza en el suelo hasta aproximadamente 10km hacia arriba. La temperatura baja gradualmente con la altitud. La siguiente capa se llama estratosfera, que se extiende desde el final de la troposfera hasta unos 50km por encima del suelo, con una temperatura que asciende con la altitud. La infame capa de ozono se encuentra en la estratosfera, con una concentración de 10 a 20ppm (partes por millón). Con la absorción de rayos ultravioleta (UVA) de la luz solar, la capa de ozono actúa como un escudo para evitar el daño por rayos UVA al ADN celular, de manera que protege la vida terrestre. Una capa fina de ozono solo permitiría que la vida existiera en el océano. La vida y los microrganismos, que antes solo existían en el océano para protegerse de la radiación ultravioleta, fue capaz de migrar a la orilla gracias a una concentración mayor de ozono. La vida en la tierra no existiría sin la protección de la capa de ozono.
El uso de químicos fabricados por el hombre en el desarrollo industrial, como los clorofluorocarbonos (CFCs) y otras sustancias químicas volátiles (COVs) está causando una ruptura de la capa de ozono que podría debilitar el sistema inmune de los humanos y aumentar el riesgo de cáncer de piel y cataratas o incluso llevarnos a la preocupación medioambiental del actual progresivo calentamiento global. Esto indica que la capa de ozono precisa una mayor protección.
El ozono es un gas hecho a partir de tres átomos de oxígeno (O3). Se crea principalmente debido a la radiación ultravioleta. Cuando los rayos ultravioletas interactúan con la molécula común de oxígeno (O2), separan la molécula en dos átomos sueltos de oxígeno, conocidos como oxígeno atómico. El átomo libre de oxígeno se combina con otro y forma una molécula de ozono. Como una molécula alotrópica de oxígeno, el gas azul pálido tiene un olor pungente que lo distingue.
Curiosidad: La palabra ozono viene del griego ózein, que significa ‘tener olor’.
El ozono no solo existe en la estratosfera, sino también donde habitamos, en el suelo. Las moléculas de oxígeno disminuyen mientras los átomos de oxígeno aumentan cuanto mayor sea altitud; la mayor concentración de ozono se encuentra en la estratosfera mientras su menor concentración a nivel del suelo o a mayor altitud que la atmósfera. Así, la concentración aumenta notablemente a 10 km por encima del suelo y vuelve a bajar a una altitud mayor.
En la troposfera, la concentración normal de ozono es de 0.02ppm a 0.06ppm, lo cual es inocuo para el ser humano. Según la FDA la máxima concentración permitida de ozono es de 0,05ppm para zonas residenciales, según las asociaciones china y japonesa, aseguran que el nivel de seguridad es de 0,1ppm. A medida que el nivel de ozono aumenta, este puede causar molestias o incluso daños a los ojos y el sistema respiratorio.
Lo que popularizó al ozono (equívocamente) son los contaminantes, incluyendo contaminantes primarios como los óxidos de nitrógeno y los compuestos volátiles, que, junto con otras sustancias contaminantes, el ozono produce una reacción química con los rayos ultravioletas. De manera que la gente confundió la contaminación por fotoquímicos con la polución por ozono. Los fotoquímicos no solo estimulan los tejidos mucosos, los ojos y el sistema respiratorio, también pueden causar daño ocular, jaquecas, tos y asma. También inhiben el crecimiento de las plantas, lo cual da paso a la pérdida de las cosechas e incluso a provocar más peligros como la lluvia ácida y pérdida de visibilidad.
Desde la revolución industrial, la emisión masiva de óxidos de nitrógeno ha llevado a un aumento del ozono de la troposfera del 300% en los últimos 100 años, lo cual provoca en consecuencia una mayor concentración de ozono en la troposfera como respuesta. Estos factores han llevado a creer que el ozono es un contaminante peligroso en la troposfera. Esto, en cambio, se debe a la contaminación causada por el hombre, y son estos contaminantes atmosféricos los dañinos.
La concentración del ozono varía según la estación del año y la geografía. Por ejemplo, el ozono es naturalmente producido mediante la excitación eléctrica de las moléculas de oxígeno producida por los rayos, se produce ozono y purifica el aire, de manera que el aire es normalmente más puro después del trueno y el rayo. Otro ejemplo es el aire refrescante del bosque y las zonas costeras debido a una mayor concentración de ozono. De esta manera, el ozono producido de manera natural es de todo menos dañino. Debemos diferenciar entre el ozono producido a consecuencia de los contaminantes y aquel producido de manera natural. El ozono no debería ser considerado como culpable de la contaminación ambiental. Debido a la falta de estudios, normalmente no reconocemos al ozono como un escudo protector en la troposfera.
Como agente oxidativo, el ozono ha contribuido a inhibir y a equilibrar el sobrecrecimiento y reproducción de los microbios terrestres. El ozono es capaz de matar bacterias, virus y, también puede descomponer compuestos orgánicos peligrosos, estimular el sistema inmunitario del ser humano, controlar las funciones biológicas o producir cambios de estación. En definitiva, sin el ozono en la troposfera, la Tierra sería completamente diferente, absolutamente inhabitable para el ser humano.
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